La habitación era espaciosa y muy cómoda, pero lo que realmente destacó fue la atención del personal, que fue increíblemente servicial desde el momento de nuestra llegada.

La atención fue bastante rápida cuando tuvimos necesidades.

Tuvimos varios problemas con los mandos de la ducha, era un auténtico caos. A veces el agua salía hirviendo y otras veces helada, lo que hacía que las duchas fueran un suplicio. Además, aunque el aparcamiento estaba disponible, la situación del hotel en la zona histórica complicó mucho nuestros desplazamientos. Necesitábamos hacer grandes rodeos para salir o entrar, lo que era frustrante.

La ubicación es inmejorable y las vistas son preciosas. Las habitaciones son espaciosas y cómodas, con detalles encantadores que te hacen sentir en un lugar especial.

Las almohadas son tan cómodas como un trozo de cartón, ¡ideal para un buen dolor de cuello!

La habitación tenía un ambiente excelente y

el personal fue increíblemente amable y atento, lo que hizo que nuestra estancia fuera muy agradable. Sin embargo, el desayuno podría mejorar en variedad, aunque la calidad de los productos era buena.

Aprovecha el menú de almohadas para encontrar la que más te guste, ¡puede hacer la diferencia en tu descanso!

La vista que te enamora

Nos despertamos con la vista del Palacio Nacional. El desayuno era fresco y delicioso, y la amabilidad del personal siempre encontraba la manera de hacernos sentir especiales.

El wifi no funcionaba correctamente, lo que dificultaba un poco la planificación de nuestras visitas. Además, la presión del agua en la ducha no era constante, lo que era algo molesto.

recomiendo este hotel, es total for una breve estancia

Comfortable habitación, encantadora terraza con vistas, perfecto desayuno buffet, donde se puede disfrutar de gran variedad de opciones frescas. además, el personal habla español casi perfectamente y ofrece un excelente servicio de recepción las 24 horas.

No

Una joya en Sintra!

La estancia fue increíble. La habitación era super cómoda y moderna, y el wifi funcionó perfectamente. Me encantó que el restaurante tenga platos típicos portugueses que son un manjar. Lástima que el aparcamiento sea un verdadero desafío, a veces hay que caminar un buen rato para encontrar un lugar.

la habitación era amplia y tenía una cafetera pero el wifi era un poco lento.

La situación es espectacular, justo enfrente del Palacio Nacional y en el corazón de la zona histórica. La atención del personal es excepcional, con un trato amable y dispuesto a ayudar en cualquier momento. El desayuno también es de calidad, con jugo natural hecho al momento. Sin embargo, el aparcamiento es complicado y es recomendable llegar temprano o después de ciertas horas para evitar problemas. Además, el edificio remodelado puede resultar un poco ruidoso por la vida cotidiana de la zona.

La decoración moderna del hotel, en tonos cálidos, crea un ambiente acogedor. Las áreas comunes son espaciosas y cómodas, perfectas para relajarse después de un día de exploración por Sintra.

Más asientos cómodos en las áreas comunes.

No te puedes perder el desayuno, ¡una delicia total! Y lo mejor es que está preparado con una gran variedad de platillos caseros. Además, el personal se encarga de hacerte sentir como en casa, incluso te ayudan a aparcar el coche cuando es un lío. ¡Qué alegría encontrar semejante atención en un lugar tan bonito!

Todo genial, pero el estacionamiento es un rompecabezas. Mejor deja el coche y muévete por taxi o Uber, porque el tráfico es un poco caótico en la zona. Pero, aun así, Sintra es tan mágica que vale la pena.

La habitación era amplia y cómoda, y el minibar tenía bebidas gratuitas. El aparcamiento fue un verdadero desafío por el tráfico en la zona. Perfecta ubicación frente al Palacio Nacional.

La terraza del hotel es tan encantadora que uno podría pensar que ha entrado en un cuento de hadas. Con vistas de ensueño a una naturaleza exuberante, me sentí como un poeta bohemio escribiendo versos en el aire. La experiencia del restaurante fue igualmente mágica, con platos que fusionaban la tradición portuguesa con toques contemporáneos, como si cada bocado me contara un secreto escondido de Sintra.

Camas un poco duras

La habitación era amplia y cómoda, con unas camas súper agradables. Disfruté de la atención que recibí en recepción, especialmente de una chica que fue muy amable y me dio recomendaciones útiles sobre restaurantes y cosas que ver. Pero el desayuno no cumplió las expectativas. mi esposa es celíaca y solo había pan sin gluten. Además, el departamento del buffet estaba desabastecido cuando llegamos. La ubicación del hotel es inmejorable, justo enfrente del Palacio Nacional de Sintra, lo que facilitó mucho las visitas a lugares cercanos. Sin embargo, el aparcamiento fue un gran dolor de cabeza. A nuestro arribo, nos dijeron que no había plazas disponibles. Conseguimos estacionar después de mirar un rato, pero el lugar es complicado, con muchas calles estrechas y pocas opciones. En general, una experiencia buena, pero con algunos detalles que deberían mejorar.